Actualizar la instalación eléctrica de viviendas y edificios es necesario para adaptarse a la actual normativa en materia de sostenibilidad y ahorro energético, además de añadir seguridad en el inmueble si este es demasiado viejo.
Renovar la instalación eléctrica antigua tiene numerosas ventajas, como garantizar la mencionada seguridad, pero, además, se está convirtiendo en una acción a acometer con cierta urgencia para cumplir con el reglamento electrotécnico, evitar el despilfarro energético e incrementar el confort térmico. Aquellos que quieran o deban realizar una mejora, tienen la posibilidad de llevar a cabo esta acción dentro de una reforma integral o por partes, dependiendo básicamente del estado del inmueble y de los recursos económicos con los que se cuente.
¿Cómo saber si la instalación eléctrica es antigua?
Hay una serie de evidencias a las que se debe prestar especial atención para conocer si la instalación eléctrica de un inmueble está obsoleta.
En primer lugar, si cuenta con enchufes del siglo pasado, los trifásicos, siendo este uno de los signos más extremos de que necesita una urgente renovación. Hay que considerar muy seriamente que la peligrosidad de estos enchufes es altísima, ya que no tienen toma de tierra y son vulnerables a sobrecargas. Por estos motivos, pueden provocar electrocuciones, incendios y otros accidentes relacionados con la electricidad.
En segundo lugar, la longevidad de la instalación eléctrica también es señal y motivo de renovación. Si tiene más de 20 años ha llegado la hora de actualizarla. Además, se debe revisar periódicamente, cada 5 años es lo aconsejable, porque supone una garantía de que el cuadro general, los enchufes y la toma de tierra están en condiciones óptimas.
A continuación, se presentan detallados los principales motivos para llevar a cabo la renovación de una instalación eléctrica antigua.
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Cumplimiento de normativas
Las viviendas que cuentan con cableado antiguo se rigen por una normativa que prescribió hace ya tiempo. Con el actual Reglamento Electrotécnico para Baja Tensión (REBT), la mayoría de las instalaciones que tienen un par de décadas, o más de antigüedad, ya no cumplirían las nuevas normas.
Este reglamento se aprobó con el Real Decreto 842/2002 del 2 de agosto, y señala que los cuadros eléctricos deben contar con un interruptor diferencial (ID), un pequeño interruptor automático (PIA) y un interruptor de control de potencia (ICP). El cuadro, además, debe ubicarse cerca de la entrada de derivación técnica principal.
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Seguridad doméstica
Es preocupante el alto número de inmuebles españoles que cuentan con instalaciones eléctricas muy antiguas, haciendo que sean inseguros. Siendo esta, por tanto, la principal razón para llevar a cabo la renovación de toda la instalación.
Algunos signos que avisan de que la instalación es inadecuada es cuando al encender las luces se nota un olor a quemado. Esto significa que se sobrecalienta y en el peor de los casos puede dar lugar a un incendio. Si se nota ese olor, hay que realizar el cambio de instalación con urgencia.
Otro motivo de alarma es si se ven chispas cuando se introduce algo en el enchufe, pues es un alto riesgo para todos los habitantes de ese inmueble, causa directa de incendios.
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Ahorro energético
En los tiempos que corren, en los que el precio del fluido eléctrico está por las nubes, renovar la instalación eléctrica de un inmueble contribuye al ahorro en la factura de la luz. En este sentido, los materiales eléctricos, adecuadamente escogidos, evitan hasta el 75 % de desperdicio de la electricidad, por lo que renovar este tipo de dispositivos y claveados se convierte también en una inversión muy positiva a medio y largo plazo.
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Mantenimiento y confort mejorados
Otra de las mejoras que se notan al cambiar la instalación eléctrica por una actual es el bienestar térmico y el aumento del confort en general, pues estos dependen en buena medida de la calidad de la instalación eléctrica. Un cableado y enchufes envejecidos no consiguen cubrir las necesidades de los electrodomésticos actuales, dando lugar a numerosos problemas, sobrecargas y averías.
Como se ha podido comprobar a lo largo de este artículo, actualizar la instalación eléctrica de una vivienda ofrece muchas ventajas, tanto a nivel doméstico como empresarial. Y es que si la instalación eléctrica falla, el inmueble se vuelve peligroso y consume más, algo que no se puede permitir ni en el entorno privado ni en el laboral.