No hace mucho tiempo acristalar una terraza formaba parte inherente a cualquier reforma integral que se llevara a cabo en una vivienda. La necesidad de ganar espacio interior llevaba, inevitablemente, al sacrificio de unos espacios exteriores que solían estar infrautilizados. En la actualidad, debido a los nuevos hábitos y costumbres, vuelve a crecer el interés por incorporar algunos metros más al salón.
La reciente experiencia de confinamiento, debido al paso de la pandemia vírica producida por el covid-19, ha descubierto a los habitantes de los inmuebles los pocos metros disponibles en sus salones. La necesidad de amplitud sin perder la posibilidad de abrirse al exterior gana adeptos. Colocar una cristalera es un tipo de cerramiento que cubre estas nuevas necesidades.
Tipos de cerramientos utilizados para acristalar la terraza
Si se ha tomado la determinación de incluir un cerramiento acristalado en la vivienda cuando se realice la reforma integral planteada, hay que saber y conocer las distintas opciones existentes para cerrar el espacio y conseguir una buena integración con el resto de la vivienda.
Los expertos aconsejan o señalan que lo más habitual es un cerramiento tipo ventana, con perfilería adecuada al estilo y acristalamiento. Pero, para acertar plenamente, hay que valorar de que balcón o terraza se trata, pues hay otros sistemas también muy interesantes, como pueden ser las cortinas de cristal. Veamos a continuación los puntos a favor y en contra de cada sistema.
Los cerramientos con perfiles
Estas instalaciones se conforman a partir de perfiles de aluminio o PVC, con un sistema que aísla y evita la condensación denominada RPT (Rotura Puente Térmico) y con paneles de cristal. En estos casos, lo normal es elegir un doble acristalamiento, aunque también puede tomarse la opción del cristal simple si el salón, la cocina o el dormitorio está separado de la terraza por una pared y no se va a utilizar constantemente.
El acristalamiento resultante es muy confortable y procura un gran aporte aislante, junto a un buen nivel de intimidad. Otra de sus ventajas es la facilidad que posee para abrir y cerrar sus puertas, ya que permite elegir entre sistemas tan prácticos y funcionales como los de apertura oscilobatientes. Además, se mantendrá la estética con el resto de la instalación usando los mismos colores que el resto de la perfilería instalada.
Cabe nombrar que no todos son ventajas, la principal es que esta instalación es más cara, requiere más trabajo de obra y los perfiles pueden llegar a ocultar parte de la vista. No hay que olvidar que como se coloca afectando a la fachada, habrá que pedir permiso y tener la aprobación al resto de propietarios antes de proceder a su instalación.
Cerramientos con cortinas de cristal
Este tipo de cerramientos supone toda una revolución en el campo de los cerramientos acristalados. En primer motivo es que no llevan perfiles en su instalación, por lo que ofrece una mayor claridad en las vistas, pero con una excelente protección de las condiciones climáticas, como el frío o la lluvia, y también del ruido.
Su instalación es más económica, rápida y sencilla que las anteriores, por lo que, en estos momentos, suele ser la elección más recurrente cuando se quiere acristalar una terraza. Otra ventaja es que no se va a necesitar el permiso de ninguna junta de vecinos para colocarlas, ya que no van a alterar la fachada, aunque es aconsejable informar para evitar algún tipo de problema.
Cuando se llevan a cabo estas instalaciones, se pueden elegir hojas de cristal de seguridad, las cuales podrán llegar a tener entre 4,5 y 6 mm de espesor y abriéndose en forma de acordeón, facilitando su limpieza por las dos caras. Son ideales, puesto que se adaptan a la perfección a las esquinas que presentan numerosas terrazas y balcones.
La desventaja se encuentra en la inseguridad que representa ante posibles ladrones y a que su aislamiento no tiene el mismo nivel que los cerramientos con perfiles, ni en lo referente a lo térmico, ni tampoco en relación a los ruidos.
Pasos para acristalar la terraza
Hay que estar plenamente convencidos de la necesidad de cerrar el espacio renunciando a la terraza o al balcón, algo que no será conveniente si los metros que se van a ganar son demasiado pocos. Solo se llevará a cabo si realmente merece la pena, tanto por ganar la suficiente amplitud como para mejorar la habitabilidad en la vivienda. Por otro lado, si se vive en una zona muy ruidosa o contaminada, esta solución será un recurso obligado.
Ya seguros de llevar a cabo la instalación, se darán los pasos de contar con la aprobación de la comunidad, consultando sus estamentos. Hay que saber que según el artículo 10.3 de la Ley de la Propiedad Horizontal, para cerrar un espacio exterior el propietario debe obtener una autorización administrativa y el voto favorable de 3/5 partes de los vecinos que forman la Junta de Propietarios.
Una vez obtenida la autorización, se contactará con una empresa especializada en reformas integrales, como ferrusmsl para que tomen las medidas, valoren el proceso de ejecución y emitan un presupuesto. En el presupuesto se deberá indicar el tipo de cerramiento, los perfiles a usar, los colores, el tipo de acristalamiento, la apertura de hojas y otros factores que la empresa podría indicar como necesarios.